De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, la palabra infraestructura tiene dos significados:
1.- Obra subterránea o estructura que sirve de base de sustentación a otra.
2.- Conjunto de elementos, dotaciones o servicios necesarios para el buen funcionamiento de un país, de una ciudad o de una organización cualquiera.
Definición de infraestructura
Asimismo, un documento de la International Recovery Platform (IRP) publicado por la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), titulado Recuperación de la Infraestructura señala que la infraestructura puede ser definida, como las estructuras físicas y organizativas, redes o sistemas necesarios para el buen funcionamiento de una sociedad y su economía.
Los diferentes componentes de la infraestructura de una sociedad pueden existir ya sea en el sector público o privado, dependiendo como son poseídos, administrados y regulados (compartido con el sector gubernamental/privado según sea la propiedad y la administración, según ocurre en algunos casos)
Tipos de infraestructura
De acuerdo con el documento de la IRP, la infraestructura puede ser física o social, con las dos categorías definidas así:
- La infraestructura física constituye instalaciones públicas que unen partes de la ciudad y proporcionan los servicios básicos que la ciudad necesita para el funcionamiento, como la red de caminos y servicios públicos.
- La infraestructura social y económica incluye facilidades tales como hospitales, parques y jardines, centros comunitarios, librerías, entretenimiento e instalaciones para hacer compras, y edificios educativos. Mientras los beneficios de la infraestructura física son claramente tangibles, los beneficios de la infraestructura social son a menudo intangibles (Balachandran, n/d).
Por otra parte, en un documento elaborado Marianne Fay, Mary Morrison , Luis A. Andrés y Eduardo Lora; para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Instituto Interamericano para el Desarrollo Económico y Social (INDES) titulado La realidad Macroeconómica: La Infraestructura para el Crecimiento definen a la infraestructura como el conjunto de estructuras de ingeniería, equipos e instalaciones de larga vida útil, utilizados por los hogares y por los sectores productivos de la economía.
La infraestructura, indica el documento, abarca las áreas de transporte, energía y telecomunicaciones y los sistemas de abastecimiento de agua potable y saneamiento. También puede incluir la infraestructura social en escuelas, hospitales y otros edificios, e instalaciones para la prestación de los servicios sociales.
La gestión de la infraestructura comprende las siguientes actividades: construcción, financiación, explotación/operación, mantenimiento, regulación y control. Los gastos en construcción constituyen la inversión en infraestructura.
Infraestructura pública y privada
De acuerdo al documento del BID, el sector público, tradicionalmente, ha sido el encargado de todos estos aspectos de la gestión. Sin embargo, el sector privado puede asumir parcial o totalmente una o más de esas actividades (excepto la regulación y control que son por su naturaleza funciones públicas).
Por consiguiente, los papeles desempeñados por el sector público y el privado pueden ser muy diversos. La forma como se desarrollen esas actividades dependerá, entre otras cosas, de la propiedad de la infraestructura, que puede ser pública o privada, dependiendo de si la construcción ha sido inversión pública o privada.
Las diferencias más importantes en la práctica tienen que ver con la forma de combinar la propiedad con la explotación. Las principales opciones son: 1. propiedad y explotación por una empresa o un departamento del sector público; 2. propiedad del sector público y explotación contratada con el sector privado (por ejemplo, mediante concesión de los derechos de explotación); y 3. propiedad y explotación por el sector privado.
Ya sea que el sector privado o el público se encargue de la operación o provisión de servicios, los usuarios, por su consumo, generalmente pagan tarifas, que pueden costear, total o parcialmente, la inversión para la construcción y los gastos corrientes de operación y mantenimiento.