En el sector de la construcción, cada proyecto representa no solo un desafío técnico, sino también una inversión estratégica con la promesa de un retorno significativo. Sin embargo, en un escenario económico y social cada vez más complejo, el éxito de los proyectos de construcción depende de múltiples factores. Las fluctuaciones en los costos de materiales, las normativas gubernamentales y las exigencias de sustentabilidad son solo algunos de los elementos que impactan directamente en el retorno esperado. Por ello, los estudios de factibilidad inmobiliaria se han convertido en herramientas esenciales para garantizar la viabilidad y rentabilidad de cualquier obra.

Un informe de KPMG señala que más del 50% de los proyectos a nivel global, liderados por profesionales de la construcción, han tenido resultados por debajo de lo esperado. Este dato enfatiza la necesidad de una planificación rigurosa, basada en evaluaciones exhaustivas desde las primeras etapas de cualquier desarrollo constructivo.

De acuerdo con Alberto Laris, socio de GAYA México, empresa constructora, la factibilidad de un proyecto de construcción no es un concepto abstracto, sino un conjunto de evaluaciones exhaustivas que permiten determinar la viabilidad técnica, económica, legal, funcional y ambiental de una iniciativa de desarrollo o construcción.

Laris explica que estos estudios, realizados por equipos multidisciplinarios altamente capacitados, deben abarcar toda la cadena de valor del proyecto. Esto incluye el programa arquitectónico, estudios de mercado, análisis de permisos y usos de suelo, así como la proyección de costos de obra, honorarios técnicos y estimación de ingresos a futuro. Cada uno de estos elementos es fundamental para garantizar que las decisiones constructivas sean informadas y efectivas, protegiendo así las inversiones y asegurando el éxito del proyecto.

Importancia de los estudios de factibilidad para garantizar la viabilidad y rentabilidad de cualquier obra

La construcción frente a las exigencias del futuro

El sector de la construcción enfrenta desafíos complejos, pero superables, siempre que se empleen las herramientas y procedimientos adecuados. Hoy, factores como la incertidumbre económica global, la inflación y la evolución constante de las regulaciones son factores críticos tanto para la planeación como para la ejecución de los proyectos. A esto se suma la creciente presión para satisfacer demandas del mercado enfocadas en sustentabilidad, innovación tecnológica y tendencias clave como los desarrollos de usos mixtos, viviendas adaptativas, espacios de trabajo flexibles y ciudades inteligentes.

Para los ingenieros constructores y arquitectos, la acelerada urbanización plantea una serie de retos únicos. Por un lado, los cambios en los hábitos de consumo demandan viviendas versátiles, capaces de ajustarse a perfiles diversos, desde jóvenes profesionales hasta familias multigeneracionales. Por otro, el envejecimiento poblacional obliga a priorizar la accesibilidad y la funcionalidad en los diseños, asegurando soluciones urbanísticas que equilibren la sostenibilidad ambiental con la calidad de vida.

En este escenario, los desarrolladores inmobiliarios y los constructores no pueden permitirse riesgos innecesarios. Apostar por proyectos sin una base sólida de análisis y planeación, puede comprometer tanto su viabilidad como el retorno de la inversión. Los estudios de factibilidad inmobiliaria, además de analizar la viabilidad técnica y económica, incorporan evaluaciones detalladas del impacto ambiental, la aceptación social y las tendencias de mercado, asegurando la entrega de cada proyecto conforme a los términos pactados inicialmente.

¿Por qué la factibilidad inmobiliaria es clave para el éxito en el sector de la construcción?

Para el directivo de GAYA, la factibilidad es fundamental en la planificación de cualquier proyecto de construcción, ya que establece las bases para su éxito. “Cuando se logran comprender oportunamente las principales variables que pueden influir en los resultados de un proyecto inmobiliario, los responsables, y los involucrados, pueden tomar decisiones estratégicas y fundamentadas, asegurando un camino más claro hacia el cumplimiento de sus metas y objetivos”, señala.

Ventajas de los estudios de factibilidad

Laris destaca diversas ventajas que subrayan la relevancia de los estudios de factibilidad en proyectos inmobiliarios, entre las cuales se encuentran:

  • Minimización de riesgos: Un estudio de factibilidad bien elaborado permite identificar y mitigar los riesgos inherentes a cualquier proyecto inmobiliario, tales como cambios en las regulaciones, fluctuaciones en los costos de construcción, cambios en las tendencias de mercado o imprevistos en el terreno.
  • Optimización de recursos con uso de tecnología de punta: Una visión transparente y constante de las variables que pudiesen afectar el buen resultado del proyecto, permite a los responsables de éste, tomar decisiones informadas y oportunas sobre la asignación de recursos en el tiempo, optimizando costos y plazos de ejecución. “La tecnología es nuestra aliada y con un sistema de gestión digital en línea, los clientes e inversionistas pueden acceder a una radiografía puntual del proceso completo de factibilidad y construcción, por lo que desde el primer día los involucrados puede visualizar el avance del proyecto y cómo se está invirtiendo su dinero”, aseguró Laris.
  • Aumento de la rentabilidad: Un proyecto que paso por un proceso de análisis de factibilidad inmobiliaria, tiene mayores probabilidades de generar los retornos esperados sobre la inversión, ya que se basa en datos sólidos recabados por especialistas multidisciplinarios y proyecciones realistas.

Importancia de los estudios de factibilidad para garantizar la viabilidad y rentabilidad de cualquier obra

Protegiendo la inversión: el papel de las empresas constructoras

En el sector de la construcción, un estudio de factibilidad inmobiliaria riguroso es solo el inicio de un proceso ordenado, puntual y transparente. Para proteger las inversiones y garantizar el cumplimiento de los objetivos, Laris recomienda colaborar con empresas constructoras que ofrezcan metodologías integrales y multidisciplinarias. Estas empresas deben contar con equipos que incluyan arquitectos, ingenieros calculistas, urbanistas, economistas y especialistas en sustentabilidad, capaces de identificar y gestionar todas las variables que influyen en un proyecto.

“La clave está en que estas constructoras se involucren desde la etapa de planeación y diseño, costeo y calendarización, hasta la construcción y entrega del producto terminado. Este enfoque garantiza que cada fase del proyecto esté alineada con los objetivos de costo, tiempo, calidad y servicio. Además, permite anticipar problemas potenciales y adoptar medidas correctivas oportunas”, indica.

Por otro lado, el ejecutivo destaca que la transparencia es un valor imprescindible en este proceso. “Los inversionistas necesitan reportes claros, precisos y oportunos que detallen el estado del proyecto, así como cualquier desviación en el cronograma o presupuesto. Una empresa constructora comprometida con la transparencia genera confianza y refuerza su promesa de valor al garantizar que los objetivos iniciales se cumplan sin sorpresas”. Este enfoque centrado en la gestión integral, el reporteo constante basado en tecnología y la transparencia, permite proteger y optimizar las inversiones.

Los estudios de factibilidad deben dejar de ser vistos como un paso previo a la construcción, y ser considerados como la piedra angular sobre la que se construyen proyectos inmobiliarios exitosos. En un mercado tan demandante como el actual, invertir en factibilidad no es solo una cuestión de prever problemas, sino de construir las bases para generar valor sostenible, tanto para los inversionistas como para la comunidad.

Gracias a su metodología única basada en un esquema de sinergias con equipos multidisciplinarios y su herramienta tecnológica Building Information Modeling (BIM), GAYA garantiza la factibilidad de proyectos inmobiliarios con precisión y eficiencia, y la entrega de proyectos que cumplen rigurosamente con los estándares de costo, tiempo, calidad y servicio.