El Consejo de Ministros aprobó el martes el anteproyecto de Ley de Cambio Climático, que prevé la descarbonización de España antes de 2050 al impulsar los autos eléctricos y las energías renovables.
El Gobierno considera que el documento, que será remitido al Congreso de los Diputados, puede convertirse en “uno de los ejes de la reconstrucción social y económica del país”, tras la pandemia de la COVID-19.
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, considera que es una oportunidad para debatir la recuperación, pues llega en un momento en el que se debate “cuál es la España que se quiere reconstruir”, al tiempo que puede facilitar un proyecto alineado con el Acuerdo Verde Europeo.
Esta ley transmite “un mensaje sólido sobre cómo podemos contribuir a la reconstrucción europea, al tiempo que cumple con España, con los españoles, con la industria y el modelo productivo, pero también con los más jóvenes, que no deben heredar hipotecas que no les pertenecen, sino compromisos de futuro, respetuosos con el planeta y compatibles con un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible”.
La Ley de Cambio Climático y Transición Energética es una de las prioridades del Ejecutivo de Pedro Sánchez y, con su aprobación por el Consejo de Ministros, inicia el camino parlamentario, después del proceso de consulta pública iniciado en febrero.
Reducir las emisiones en 2030
Los objetivos de esta ley se implementarán a través de sucesivos Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC). El primero (2021-2030) permitirá reducir las emisiones en un 23 por ciento respecto a 1990 al finalizar la presente década, duplicando el porcentaje de renovables en el consumo final, hasta un 42 por ciento.
En 2030 las emisiones deberán reducirse aún más, al menos un 20 por ciento respecto a 1990, un objetivo en la línea fijada por la Comisión Europea y que supone para España retirar una de cada tres toneladas que se emiten en la actualidad.
Asimismo sobresalen los planes para potenciar la movilidad eléctrica para alcanzar “un parque de turismos sin emisiones directas de dióxido de carbono (CO2)” y por fomentar el uso de las bicicletas, además de dar protagonismo al peatón.
Las energías verdes también ganan peso en el conjunto de la economía, y así para 2030, al menos, un 70 por ciento del sistema eléctrico deberá generarse con renovables y al finalizar la próxima década, como mínimo, el 35 por ciento del consumo final de la energía también deberá ser verde.
Según las estimaciones del Gobierno, la transición ecológica atraerá más de 200 mil millones de euros de inversión en los próximos diez años y generará entre 250 mil y 350 mil empleos netos anuales, mientras que las inversiones, el ahorro de energía y la mayor presencia de renovables permitan aumentara el PIB alrededor del 1.8 por ciento en 2030, respecto de un escenario sin medidas.
Por: Notimex