Después de 12 años de construcción y una inversión total de 28 mil millones de pesos, Enrique Peña Nieto, presidente de la República, inauguró la autopista Durango-Mazatlán, uno de los proyectos de infraestructura más
grandes de México.
La carretera consta de una longitud de 230 kilómetros, con 12 metros de ancho, 115 puentes, viaductos y pasos a desnivel, así como 68 túneles. Forma parte de la modernización del eje Matamoros- Mazatlán, uno de los 14 corredores troncales prioritarios de la red carretera nacional.
Durante la inauguración, Gerardo Ruiz Esparza, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), aseguró que la pista ahorrará en tiempo, a los usuarios tres horas y media de la ciudad de Durango al puerto de Mazatlán; al pasar de seis a dos horas y media de recorrido.
El Secretario explicó que la distancia se redujo en 70 kilómetros y que los promedios de velocidad se pueden incrementar de manera sustancial con toda seguridad.
Añadió que el tramo que se construyó durante la presente administración, cruza parte importante de la Sierra Madre Occidental e incluye 41 túneles, entre ellos el “Sinaloense”.
Este túnel mide casi dos mil 800 metros y fue construido por Grupo Hermes y PCC Construcción, cuenta con una galería que corre a lo largo del mismo y será usada en caso de emergencia. Cuenta con señalización e iluminación de primera generación y cumple por arriba del promedio los estándares de seguridad.
La autopista también cuenta con 27 puentes, como el “Baluarte”; cinco entronques y dos centros de control tecnológico para los túneles.
Por: Daniela Avilés